El Classic resiste airoso el paso del tiempo
Con 16 años en el mercado, el Classic sigue siendo referente entre los chicos. Con la actualización estética que recibió hace poco, se afirma al tope del ranking de los autos nacionales más vendidos.
La renovación de este veterano modelo se dio a conocer en mayo y esta semana se presentó el restyling de la versión SW o familiar. Una actualización que puede parecer simple y hasta mezquina, porque apenas recibió un lavado de cara y dejó de llamarse Corsa. En realidad, con poco Chevrolet le dio un aire fresco a este modelo que produce en la Argentina y no está mal porque, por más escasa que parezca, una renovación siempre es bienvenida. Este modelo, llamado desde hace cinco meses Classic, a secas, siempre se destacó por su muy buena relación costo/beneficio, y esto fue lo que lo llevó a ser punta de lanza de la marca, el que hace el volumen grande de ventas.
Imagen
Las diferencias con el anterior no quedan en absoluta evidencia a simple vista o ante una mirada distraída. Es que de no ser por los juegos ópticos delanteros y traseros que cambiaron su formato, el resto de las modificaciones son casi imperceptibles. Poniendo más atención encontramos que en la trompa tiene una nueva parrilla, de una sola franja horizontal con el moño dorado en el centro (poniéndose a tono con la nueva imagen de marca), y un paragolpes más envolvente. Y si se lo mira aún con mayor detenimiento se podrá apreciar que la toma de aire inferior también fue levemente rediseñada y que el capot recibió un retoque en sus líneas.
Los faros trapezoidales que reemplazan a los ovalados llevaron a que los guardabarros delanteros fueran levemente modificados. Tienen líneas más rectas y se le sacó el borde inferior plástico. Otros detalles que aparecen en el lateral son la incorporación de la luz de guiño y las molduras y espejos color carrocería.
Las luces traseras ahora son horizontales y alargadas, para integrarse mejor a la tapa del baúl.
Interior y equipamiento
Aquí si le hubiese sentado bien una renovación, porque si bien muestra un aceptable nivel de terminaciones y calidad de materiales (aunque mejorable), luce un tanto desactualizado.
Técnicamente sólo cambia el display de la radio y suma espejos a los parasoles del acompañante y manija de sujeción para éste en todas las versiones, e incluye el logo dorado en el volante, que igualmente no alcanzó para disimular su longevidad.
En lo que hace a equipamiento, esta versión LT (tope de gama) ofrece aire acondicionado, radio AM/FM con reproductor de CD, MP3, entrada auxiliar y USB; y cierre centralizado. Airbags y ABS brillan por su ausencia y ni siquiera se ofrecen como opcionales.
En cuanto a habitabilidad, el Classic no mezquina espacio ni en las plazas delanteras, ni en las traseras, donde el lugar para las piernas es más que generoso teniendo en cuenta el tamaño de la carrocería.
El baúl, en tanto, pone a disponibilidad 390 litros, nada mal para el segmento.
Impulsor clásico
El motor sigue siendo el naftero 1.4 litro de 94 caballos (con sistema ETC Electronic Throttle Controller), que trabaja con un acelerador electrónico que permite lograr diferentes curvas de aceleración, esto optimiza el consumo de combustible. Su mejor desempeño lo demuestra en ciudad, porque es ágil y de respuestas suaves, muy agradable de manejar, además es sereno. En ruta se torna rumoroso y algo perezosos en las recuperaciones. La caja es la misma manual de 5 marchas utilizada por su predecesor.
Si vamos a los números, con un consumo promedio de 7,2 litros cada 100 kilómetros, este producto plantea una atractiva ecuación: Eficiencia con bajo costo de consumo y mantenimiento.
En marcha
Es necesario un tiempito de adaptación para sentirse cómodo al volante, pues es algo conflictiva la alineación entre la butaca y el volante, y ambos carecen de regulación en altura y profundidad. En términos de visibilidad no hay reproches, salvo por formato de los retrovisores laterales que no permiten un ángulo amplio y claro.
Como no hubo modificaciones mecánicas de ningún tipo, el comportamiento dinámico no varía. Es un auto cómodo para el tránsito urbano, con una dirección un tanto lenta, pero confortable en líneas generales.
En ruta viaja firme y estable, sin embargo a partir de los 120 km/h ante una maniobra (de sobrepaso por ejemplo) aparece alguna tendencia al “cabeceo” del tren delantero. También la insonorización muestra algunas falencias en velocidad, ya que el motor a los 130 km/h ronda las 4.500 rpm y eso lo lleva a –como ya señalamos- ser bastante ruidoso.
La gama se compone de tres versiones. Comienza por la LS que trae llantas de 13” con tazas plásticas, y “provisiones” para instalación de radio a un precio de $45.030; le sigue la LS Pack que suma aire acondicionado, dirección asistida, radio AM/FM con CD y display central para múltiples informaciones, a $49.710; y la LT de la cual ya se explicitó el equipamiento por ser la unidad de prueba, a $ 51.590.
Así se renovó este exitoso modelo resultante de una fórmula que no tiene grandes secretos: mecánica confiable, buena habitabilidad y, esencialmente, un precio razonable.
Lo más
-Relación precio/producto
-Estética
-Habitabilidad
-Confort de marcha
Lo menos
-Ausencia equipamiento de seguridad
-Posición de manejo
-Insonorización
